¿No te ha pasado alguna vez que miras a otra persona de tu misma edad y piensas que seguramente yo no puedo parecer tan viejo/a? Bueno, lee esta historia.
¡Estabas en mi clase!
Mi nombre es Ruperta Calcedónica y estaba sentada en la sala de espera del dentista para mi primera consulta con él. En la pared estaba colgado su diploma, con su nombre completo.
De repente, recordé a un muchacho alto, buen mozo, pelo negro, que tenía el mismo nombre, y que estaba en mi clase del liceo, como 30 años atrás. ¿Podría ser el mismo chico del cual yo estaba secretamente enamorada?
Pero después de verlo en el consultorio, rápidamente deseché esos pensamientos. Era un hombre pelado, canoso, su cara estaba llena de arrugas, y lucía muy viejo como para haber sido mi compañero de clase.
Despúes que examinó mis dientes, le pregunté si había concurrido al colegio "Zoretính Garden en Villa Los Albañales "...
_ Sí , Sí !!! sonrió con orgullo...
Le pregunté:
_ ¿Cuándo te graduaste?
Me contestó:
_ En 1975. ¿Por qué me lo preguntás?
Yo le dije:
_ ¡Vos estabas en mi clase!
El me miró detenidamente
Y entonces....
ESE FEO, CALVO, ARRUGADO, GORDO, CANOSO, DECRÉPITO HIJO DE PERRA,
me preguntó:
_ ¿PROFESORA DE QUÉ, ERAS?
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